Estos son las razones que te recomendamos
Sin duda, uno de los productos estrella de este territorio es el marisco. Se te hará la boca agua solo de pensar en las zamburiñas, navajas, centollas, buey, nécoras, langosta… ¡La lista es muy larga!
Si puedes hacer coincidir tu viaje a este territorio en la primera quincena de octubre, tendrás una excelente oportunidad para conocer gran variedad de especies y elaboraciones de distinta índole en la Festa do Marisco de O Grove. Esta celebración, declarada de Interés Turístico Nacional, ofrece en un amplio abanico de platos a precios populares.
El edificio de la lonja de la capital grovense acoge la degustación de producto. No obstante, la Festa do Marisco complementa este espacio con una programación llena de actividades, que incluye desde catas y showcookings a conciertos y propuestas para la infancia.
Además, la visita a O Grove también se puede completar con alguno de los servicios náuticos ofertados desde el puerto de la localidad. Cruceros, catamaranes con visión submarina y recorridos por la Ría de Arousa entre bateas con degustación a bordo centran algunas de las propuestas disponibles para las personas visitantes.
Otra de las citas que te permitirá descubrir una amplia variedad de estos manjares es la Fiesta del Marisco de Vigo. Una exaltación gastronómica de la que podrás disfrutar a principios del mes de septiembre.
Y otra de las celebraciones de mayor tirón es la Festa da Langosta y de la Cocina Marinera de A Guarda, declarada de Interés Turístico de Galicia. Además de degustar este delicioso producto también se pueden probar variadas recetas con mariscos y pescados tanto en la carpa de degustación como en diferentes establecimientos hosteleros de la capital municipal.
Uno de los mejores maridajes que se pueden hacer con el marisco gallego, y especialmente el procedente de este territorio, son los vinos de la Denominación de Origen Rías Baixas. Nuestros ecodestinos náuticos se corresponderían con 4 de las 5 subzonas en las que se está dividida; más concretamente, Condado do Tea, O Rosal, Soutomaior y Val do Salnés. Todas estas subáreas cuentan con distintos tipos de vinos que, pese a encontrarse amparados bajo el mismo indicativo de calidad y origen, muestran características muy diferenciadoras.
Así, en el caso de Condado do Tea (que se extiende por el margen derecho del río Miño desde Salvaterra de Miño hasta Arbo) disponen de un vino plurivarietal propio, conocido como Rías Baixas Condado do Tea. Del mismo modo, la subzona de O Rosal, en la frontera oeste con Portugal, cuenta con el plurivarietal Rías Baixas O Rosal.
Destaca en estos dos casos, y especialmente en la primera subzona, la elaboración de Rías Baixas tintos. Este tipo de vinos resultan todo un un descubrimiento para los amantes de la enología que busquen elaboraciones diferentes y con un marcado carácter atlántico, fresco y afrutado.
Ya en el caso de las otras dos subzonas, Val do Salnés –la más extensa y en la que se concentra la mayoría de la producción de vinos de la D.O. Rías Baixas- y Soutomaior se elaboran, principalmente, monovarietales Rías Baixas Albariño, si bien también se puede elaborar la tipología Rías Baixas Val do Salnés.
Además, las bodegas de estas cuatro subzonas pueden elaborar otros tipos de vinos amparados como son el Rías Baixas Barrica (con un envejecimiento en barrica de madera de 600 litros de capacidad máxima) o el Rías Baixas Espumoso. Fuera ya de los límites de este territorio se encontraría el Rías Baixas Ribeira do Ulla, la única subzona que se encuentra, en parte, en la provincia de A Coruña.
Para descubrir todos estos vinos desde una perspectiva diferente, lo mejor es recurrir a las enoexperiencias ofertadas por la Ruta do Viño Rías Baixas. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro que aúna un centenar de establecimientos adheridos cuya oferta gira en torno al sector del vino. Su territorio coincide con la distribución del de la Denominación de Origen Rías Baixas.
Una de las principales garantías que ofrece este itinerario enoturístico es su certificación como Ruta del Vino de España. Dicha distinción, otorgada por la Asociación de Ciudades Españolas del Vino (ACEVIN), supone unos estándares de calidad tanto en la atención a los turistas como en los servicios y productos ofertados.
Así, gran parte de la oferta se centra en los recorridos por bodegas y destilerías asociadas (alrededor de medio centenar en todo el territorio), que se pueden combinar con el descanso en hoteles de primera categoría, las excelentes propuestas gastronómicas de restaurantes y las propuestas de las empresas de ocio y tiempo libre, en las que no faltan las actividades náuticas. Un amplio abanico de posibilidades a los que se suma un entorno natural espectacular, así como un patrimonio histórico y cultural inigualable.
Además, durante todo el año también se organizan en distintos puntos exaltaciones en torno a estas elaboraciones. Entre ellas se encuentran la Fiesta del Vino Albariño D.O. Rías Baixas, Cambados acoge todos los años en la primera semana de agosto. Esta celebración acaba de estrenar su reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional y se convierte en un auténtico escaparate para las cerca de 200 bodegas inscritas a la Denominación de Origen Rías Baixas. Precisamente por la importancia del sector, el ayuntamiento cambadés fue nombrado Ciudad Europea del Vino 2017.
En el caso de los vinos de las otras subzonas, se recomienda la visita a las Festa do Viño do Condado do Tea (en Salvaterra do Miño en el mes de julio), Festa do Tinto Rías Baixas (en el municipio de As Neves, que en 2019 se trasladó al mes de octubre) y la Feira do Viño do Rosal, que se desarrolla a mediados del mes de julio.
Localizado en el sudeste de la provincia de Pontevedra y limitando con la vecina Portugal, el municipio de Arbo está considerado como la capital mundial de la lamprea. No en vano, la pesca de este ancestral pez forma parte de las tradiciones y la cultura de este ayuntamiento. Su referente con las denominadas “pesqueiras”; unas construcciones realizadas por los romanos a la orilla del río y que todavía se utilizan para la pesca de la lamprea, algo que se hace de un modo artesanal, usando las mismas técnicas de la antigüedad.
Como prueba de la importancia de este producto, este municipio celebra todos los años en la última semana de abril su Festa da Lamprea de Arbo, declarada de Interés Turístico Nacional. Miles de personas acuden a una cita durante la cual se ponen a disposición del público diversos platos realizados con este manjar que habita en los ríos gallegos desde hace más de 500 millones de años.
La lamprea es pescada en el Río Miño cuando vuelve para desovar durante el invierno procedente del mar, y aunque el mejor momento para degustarla es entre los meses de Enero y Abril, es posible probarla todo el año, ya que en Arbo se realizan numerosos platos a partir de la lamprea seca. Sobre este producto en concreto también se desarrolla una exaltación gastronómica, que se suele celebrar durante el verano.
Además de por este plato tradicional, Arbo también ofrece otras posibilidades de ocio. Entre ellas se encuentran tanto las visitas a bodegas como los recorridos por el río Miño a través de kayak e incluso el descanso en alguna de sus playas fluviales.
Casi hermanos, pero con sus singularidades, los Vinhos Verdes son los grandes protagonistas enogastronómicos del norte de Portugal, especialmente en la zona más próxima al río Miño. La visita a nuestros ecodestinos náuticos te permitirá descubrir, de primera mano, la mayor denominación de origen de vino de Portugal, la DOC Vinho Verde, que ocupa un área de más de 34.000 hectáreas. Esta se extiende desde la frontera norte con Galicia y Castilla-León hasta cerca de la ciudad de Oporto.
Esta denominación de origen se divide en nueve subzonas Monção/Melgaço, Lima, Basto, Cávado, Ave, Amarante, Baião, Sousa y Paiva. Precisamente la primera de ellas, Monção/Melgaço se convierte en una de las más singulares, dado su clima continental, algo diferente de la fuerte influencia atlántica que se registra en otras subzonas.
Su clima húmedo aporta esa singular acidez y bajo nivel de azúcar de las uvas presentes en el vinho verde. Este vino caracteriza por su aroma, que recuerda al de un albaricoque, y el vino que produce es blanco, amplio, seco y muy ligero en boca.
De todas las uvas con las que se puede elaborar el Vinho verde, la más reconocida es la Alvarinho, una variedad que produce unos racimos de pequeño tamaño y de maduración temprana. Las viñas de Alvarinho de Melgaço y Monçao descienden hacia el río Miño desde los 230 hasta los 50 metros, con orientación hacia el norte.
Aunque el vino Albariño tiene su origen en Galicia, el Alvarinho portugués se diferencia del gallego por su mayor graduación alcohólica. Aunque es algo menos conocido, merece la pena descubrir las diferencias entre las elaboraciones de las bodegas a un lado y al otro de la frontera marcada por el río Miño.
Al igual que en el caso de sus hermanos gallegos, estos vinos también cuentan con una ruta enoturística propia, conocida como la Rota dos Vinhos Verdes. Este recorrido se extiende por un total de 49 municipios portugueses a través de los cuales se puede descubrir la historia de Portugal en combinación con los matices de estos sorprendentes vinos. Restaurantes, alojamientos, empresas de ocio y, sobre todo, distinto tipo de bodegas centran gran parte de la oferta enogastronómica de esta ruta. No desaproveches la oportunidad de descubrir sus propuestas en la subzona de Monção/Melgaço.
Y para descubrir una amplia variedad de estos vinos en el mismo espacio, no te puedes perder la Feira do Alvarinho de Monção, que se suele celebrar a finales del mes de julio. En el vecino municipio de Melgaço se organiza la Festa do Alvarinho e do Fumeiro de Melgaço, que se celebra en el mes de abril.
La ostra es un producto con gran tradición en el municipio de Soutomaior, remontándose incluso a tiempos de los romanos. Para la puesta en valor de este manjar, la parroquia de Arcade acoge durante el primer fin de semana del mes de Abril (cuando se encuentra en el mejor momento de degustación) la “Fiesta de la Ostra”, que se considera actualmente como una de las grandes citas con la gastronomía gallega.
La ostra de Arcade se cría en la desembocadura del río Verdugo y es la más cotizada del mercado. Además, ha sido además la primera en exportarse fuera de Galicia.
Si la visita a esta parroquia no coincide con la celebración, las personas interesadas en degustarla disponen de una amplia variedad de restaurantes donde disfrutar de este producto, ideal para armonizar con un vino blanco fresco y con un adecuado punto de acidez. Si no, en el mes de agosto también existe otra posibilidad de degustar este codiciado molusco a través de la Festa da Ostra de Noalla, en Sanxenxo.
Y para completar la experiencia enogastronómica a Arcade, la cita imperdible se encuentra en el Castelo de Soutomaior. Destaca por su Jardín de Excelencia Internacional y, no en vano, acoge todos los años el certamen de la camelia. Sus muros esconden los secretos de Pedro Madruga y muestran la evolución del territorio a través de un excelente proyecto expositivo interactivo y apto para todas las edades. Especial interés suscitan las visitas teatralizadas que se suelen ofertar durante los meses estivales. Unas propuestas que también se pueden compaginar con una ruta por las riberas del río Verdugo a su paso por este municipio.
Otro de los productos que no puedes dejar de probar es la almeja de Carril. La mayoría de la población de esta localidad vive del mar y la almeja se ha convertido en el principal motor económico de la villa, así como en uno de los más importantes del municipio de Vilagarcía de Arousa. Situado entre las islas Malveiras y la isla de Cortegada, Carril, es actualmente uno de los criaderos de marisco más importantes de todo el país.
Desde el año 1992 se celebra la “Fiesta de la almeja de Carril”, evento que se ha convertido en una de las citas culinarias más importantes de Galicia. Esta exaltación gastronómica fue declarada “Fiesta de Interés Turístico de Galicia” en el año 2014.
La almeja de Carril es una marca registrada, evitando, de este modo, posibles falsificaciones de la misma. Se conoce esta variedad como “almeja fina” y tiene un mayor valor gastronómico que otras debido a su calidad y sabor. Además, algo que incrementa su valor de mercado es que se mantiene viva fuera del agua más tiempo que otras variedades, favoreciendo de esta forma su comercialización.
Las almejas “a la marinera” son la receta más popular. No obstante, también se pueden degustar crudas o incluso a la parrilla, ofreciendo numerosas posibilidades a las personas amantes de este delicioso molusco.
Otro de los mariscos presentes en la gastronomía gallega es el mejillón. Se trata de un molusco bivalvo que vive a poca profundidad en la zona de mareas. Galicia es exportadora mundial de mejillones gracias a su orografía costera. El municipio de Vilanova de Arousa se sitúa, a su vez, como uno de los referentes en la comercialización de este producto. No en vano, lleva un cuarto de siglo celebrando su “Fiesta del mejillón y el berberecho” para exaltar estos reconocidos alimentos.
En el Jardín Umbrío se instala desde 1994 una carpa para poder degustar estos moluscos a precios populares. Además, esta actividad gastronómica se ameniza con diversos actos musicales. Se celebra también en las mismas fechas una “Feria de Oportunidades del comercio local”.
Por otra parte, durante todo el año existe la posibilidad de realizar recorridos entre las bateas de la ría. De este modo, las personas visitantes pueden acercarse al proceso de extracción y comercialización de este bivalvo a través de minicruceros y catamaranes con visión submarina.
El bacalao es el principal protagonista de la gastronomía portuguesa, convirtiendo a los habitantes de este país en los primeros consumidores de bacalao a nivel mundial. A pesar de esto, y de presumir de las mil y una maneras de cocinar el bacalao, actualmente, la mayor parte del que se consume se importa de Noruega, Islandia y Rusia, salado y seco, y, en ocasiones, también fresco, encargándose de su salazón y cura las industrias portuguesas.
En el norte, el bacalao es incluso más famoso que en el resto del país luso. Además en lugares como Viana do Castelo se pueden visitar los astilleros que construyeron los barcos pesqueros de bacalao y degustar un plato de pescado elaborado con garbanzos. En Braga, por su parte, se puede probar la receta conocida como “bacalhau à Narcisa”, consistente en trozos de bacalao fritos con hojas de laurel y clavos, que se acompaña con pan de maíz. Y si estas deliciosas se armonizan con un vino con indicativo de calidad y origen de esta zona, la combinación enogastronómica resulta perfecta.
Ni que decir tiene que entre las múltiples posibilidades para deleitar el paladar se encuentran numerosos productos procedentes del mar. La merluza, el pez espada, la sardina, el jurel o el rape son solo una pequeña muestra de la amplia variedad de pescados que se ponen a disposición de las personas visitantes en los restaurantes de este territorio.
Si apuestas por nuestros ecodestinos náuticos en la segunda quincena de junio, y más concretamente en la Noche de San Juan (del 23 al 24 de junio), te podrás deleitar con el sabor de la sardina al calor de las hogueras que se encienden con motivo de esta ancestral celebración cuyo principal objetivo es espantar los malos espíritus. Más allá de esta fecha puntual, también puedes gozar de la Festa da Sardiña de A Guía (Vigo), que se suele celebrar en el mes de agosto.
También en el municipio de Vigo, en Cabral, se celebra la Festa do Xurelo, que se suele desarrollar a principios de septiembre y que ofrece este pescado a los visitantes preparado a la brasa y acompañado, normalmente, por pan de maíz. El pez espada es el gran protagonista del mes de julio en el ayuntamiento de A Guarda a través de una exaltación gastronómica propia que hace las delicias del público.
Otro producto del mar muy típico de la gastronomía del territorio de Rías Baixas-Alto Miño es el choco. Este cefalópodo abunda en las aguas de la ensenada de San Simón, en la ría de Vigo. Los chocos son capturados mediante artes tradicionales por los pescadores del lugar. En concreto, se utilizan dos sistemas. El primero de ellos son las nasas: una especie de jaulas artesanales elaboradas con redes que se encuentran sumergidas en el agua de forma permanente y en las que los chocos se introducen a través de un agujero, quedando enjaulados sin poder salir. El segundo arte se conoce como trasmallo y consiste en una larga red que los pescadores echan al mar muy pronto por la mañana y en la que los chocos quedan atrapados para ser recogidos posteriormente a lo largo del día.
La villa de Redondela acoge durante la primera quincena de mayo la “Fiesta del Choco”, declarada de Interés Turístico de Galicia. Una de las actividades más destacadas es la competición gastronómica en la que participan los hosteleros más importantes del municipio. Dicho concurso se divide en dos categorías: por un lado, la de los platos tradicionales, y, por otro, la de las recetas innovadoras. La fiesta tiene lugar en pleno centro de Redondela, donde también se celebra una verbena.
Las numerosas posibilidades gastronómicas se pueden combinar en esta época con las visitas a la Illa de San Simón. Las expediciones en barco salen desde el puerto de Redondela e incluyen un completo recorrido por este archipiélago que muestra el impresionante patrimonio natural y cultural de esta isla.
Todo visitante que se precie no puede abandonar Galicia sin degustar uno de sus platos más característicos. El pulpo es todo un clásico en la gastronomía de nuestros ecodestinos náuticos y cuenta en la ría de Pontevedra con un ecosistema propicio para su captura.
La receta más tradicional es la conocida como Pulpo á feira o Pulpo a la gallega. Consiste en degustar este producto cocido acompañado por patatas y aderezado con aceite, pimentón y sal. Aunque parezca sencilla esta propuesta, hay que tener mucha destreza para alcanzar ese punto de cocción justo para que este octópodo no quede ni muy blando ni muy duro; algo que solo consiguen las personas versadas en este arte.
Una de las citas gastronómicas donde podrás degustar este preciado molusco es la Festa do Polbo de Bueu. Esta celebración nació en el año 1999 para dar a conocer y poner en valor este producto del mar. Se suele celebrar en la primera quincena de agosto y permite descubrir diferentes recetas con pulpo, aportando, así, una perspectiva diferente a la más conocida y tradicional.
Como no solo de mariscos vive el ser humano, nuestros ecodestinos náuticos cuentan con una amplia variedad de alimentos agroalimentarios. Y la muestra más clara (y, tal vez, la más deliciosa) son los productos de la huerta de O Salnés. Entre ellos, se encuentran las cebollas, lechugas, los tomates, las judías o los pimientos tipo Padrón que puedes degustar en municipios como los de O Grove o Cambados. Alimentos que ya se están exportando a otros países de la Unión Europea, pues son muy apreciados por el público por su extraordinario sabor y por su elevada calidad.
Para descubrir alguno de estos productos también puedes reservar hueco en tu agenda para asistir a alguna de las exaltaciones gastronómicas, como la Festa da Cebola de Sanxenxo. Esta cita se desarrolla normalmente a principios de septiembre. La Praza dos Barcos se engalana todos los años para acoger esta celebración en la que se pone en valor tanto este como otros productos de la huerta. Además de la propia venta, también hay espacio para exhibiciones artísticas con este producto, así como concursos a las cebollas más grandes de cada edición.
Para completar tu paso por este municipio, no dudes en acercarte al puerto deportivo para realizar recorridos en barco por la ría. Unas vivencias que puedes combinar también con un paseo (o tomando el sol) en alguna de las múltiples playas de Sanxenxo, donde también se ofrecen distinto tipo de propuestas náuticas.
Llegando a la frontera con la vecina Portugal podrás descubrir una amplia variedad de singulares frutas en la comarca de O Rosal. Una de las más características y únicas en esta zona es el mirabel. Se trata de una pequeña fruta de color dorado y con algunas pintas rojas, cuyo sabor puede ser parecido al de la ciruela, si bien cuenta con unos matices únicos.
Según cuentan en el lugar, este fruto recaló en O Rosal procedente de Selva Negra alemana, de donde se trajeron los primeros árboles. Desde entonces su producción en la zona no ha dejado de crecer, si bien la forma en que más se comercializa en forma de conservas en almíbar. Para poner en valor la singularidad de este producto, se ha puesto en marcha recientemente la Feira do Mirabel, que se celebra en el Mercado de San Miguel del municipio de O Rosal durante el mes de agosto.
La climatología más tropical que caracteriza esta comarca, ha permitido la expansión de frutas como el kiwi. Varias cooperativas y empresas emprendedoras locales apuestan ya desde hace unos años por este producto, dadas las excelentes condiciones de la tierra para su cultivo.
Otro de los grandes reclamos del norte de Portugal pasa sus deliciosos postres. Los más tradicionales y reconocidos en el territorio son los Pasteis de Nata (o de Belém). Están compuestos de una base de hojaldre con forma de cuenco rellena de crema pastelera y con una fina y característica capa tostada en la superficie y un toque final de canela.
Por zonas, en la comarca de Viana do Castelo deberás probar su típica Torta de Viana. Parecido a nuestro brazo de gitano, está compuesta por una masa tierna y cremosa, este postre se completa con un relleno de dulce de huevos con un espolvoreado final a base de azúcar o canela. La receta nació de la mano de las monjas del convento de Santa Ana y se ha convertido en todo un referente de la gastronomía de la zona.
También procedentes de los conventos, Braga es una ciudad en la que se puede gozar de una amplia variedad de dulces. Entre ellos se encuentran los Moletinhos, los Fildalguinhos, el Pudim Abade de Priscos, las Tíbias, los Samerinhos o las Viúvas. Siete variadas recetas en las que no falta la presencia de la canela.
Por otra parte, en Póvoa de Varzim deberás probar sus Ravanadas poveiras. Este dulce está elaborado con leche, pan, huevos, azúcar y canela. Ya más al sur, cerca de Oporto, podrás encontrarte con las Clarinhas de Fao, en Esposende.
¡Ya no hay excusas para no endulzarse! ;)