Relevancia: Internacional
Clasificación: Inmueble
Las Cíes, apodadas por Ptolomeo como las “Islas de los Dioses”, fueron territorio de paso del hombre del Paleolítico y Neolítico, por lo que no se llegó a constituir un asentamiento hasta la Edad del Bronce. De esta época datan el castro de As Hortas, un asentamiento amurallado situado en la ladera del Monte Faro, y otras estructuras similares en el Alto da Campá. El poblado de As Hortas está emplazado en una ladera de fuerte pendiente y fue inventariado en el año 1992. Su ubicación, como en el resto de castros, responde a las excepcionales condiciones de visibilidad y defensa que ofrece el emplazamiento. Este espacio posee una serie de abrigos naturales, como el conocido como “altar druídico”, con apariencia de cráneo y con canales en su superficie, que muchos han interpretado como un ara de sacrificios en honor a dioses.
La ubicación del castro de As Hortas, como en el resto de castros, responde a las excepcionales condiciones de visibilidad y defensa que ofrece el emplazamiento. Este espacio posee una serie de abrigos naturales, como el conocido como “altar druídico”, con apariencia de cráneo y con canales en su superficie, que muchos han interpretado como un ara de sacrificios en honor a dioses.
El castro de A Hortas presenta unas 4 o 5 viviendas de base cuadrangular que incluían puertas de dos hojas. Los concheros (yacimientos formados por restos de conchas, huesos, cerámica, etcétera) datados de esta época revelan cerámicas primitivas de color gris, ocre o anaranjado con decoraciones sencillas; y otras más evolucionadas y con técnicas de alisado, bruñido y espatulado. También ofrecen una valiosa sobre la alimentación de los primeros habitantes de las Cíes. Estos moradores ya incluían en su alimentación mariscos y pescados de las aguas cercanas. El hallazgo de anclas líticas y de restos de cerámica similares a los hallados en otros puntos de la península Ibérica apunta a que mantenían relaciones comerciales con otros pueblos, como los fenicios.
Conocidas como las Islas de los Dioses, las Cíes se convirtieron en un lugar de referencia para los intercambios comerciales de la población fenicia, experta en la navegación de barcos. Este archipiélago se localiza en la ría de Vigo (provincia de Pontevedra) y está formado por tres islas: Norte o Monteagudo, del Medio o Faro y Sur o San Martín o San Martiño.
Los humanos llegaron a las Cíes en torno al año 3.500 a.C., aunque el primer asentamiento, se recoge en la Edad de Bronce, pues se encontró un castro situado en la ladera del Monte Faro. Allí se pueden ver los restos de estructuras que corresponden a un castro rodeado por murallas. Situado en zona alta del monte, el castro de As Hortas se corresponde con la Edad de Bronce, donde se pueden distinguir cuatro viviendas de base cuadrangular. En él se han hallado ánforas, cerámica y utensilios, lo que asegura la posterior llegada de los romanos.
En la isla del Faro destaca el antiguo convento de San Estevo, datado del siglo XI (Edad Media). Allí se construyó el centro de interpretación localizado en el camino que sube hacia el Monte Faro. Fue almacén de artillería en la época de defensa de la Ría de Vigo durante los ataques de Francis Drake y aliados.
Además, las islas del Faro y la isla de Monteagudo se encuentran unidas y destacan por su gran riqueza natural y ambiental. En ellas se pueden encontrar diferentes especies de flora y fauna, acantilados, playas y especies marinas. El archipiélago cuenta con un gran valor cultural y patrimonial.
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Vigo
(Pontevedra)
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