Relevancia: Nacional
Clasificación: Inmueble
Curiosamente los orígenes de la miticultura en España se sitúan en la Cataluña de 1901, momento en que los catalanes iniciaron el cultivo del mejillón sobre viveros flotantes en Tarragona que, pronto bajó su producción por falta de semilla y bajo rendimiento. En los años 40, en Galicia, se comienza a experimentar con este tipo de cultivo con excepcionales resultados ya que obtenían el mismo desarrollo en ocho meses que en Barcelona en dos años.
En un principio el cultivo del mejillón no tuvo interés científico, ya que por aquel entonces el subsector de la acuicultura no estaba muy desarrollado. Así que los “bateeiros” utilizaron su intuición, experiencia e ingenio para desarrollar todo lo relacionado con el cultivo del mejillón.
Las primeras bateas se construyeron reciclando estructuras ya existentes como cascos de barcos o catamaranes para salvar la flotabilidad. El casco de los barcos se cubría de cemento para proteger la madera y la estructura de las cuerdas se fijaba a la cubierta del barco.
Después se fueron afinando los diseños, así nace la primera batea con flotador central. El flotador era un cajón de madera recubierto de cemento. Su uso fue bastante extendido.
En general una batea es un cuerpo flotante que consta de proa, popa y los costados, siendo la proa la parte destinada al amarre. Posee un emparrillado, normalmente de madera, del que cuelgan las cuerdas, un sistema de flotación, un sistema de sujeción y un sistema de cultivo.
Así que se experimentaron con diferentes modelos de bateas como las de flotadores en sección rectangular donde los cajones eran de madera cubiertos de cemento, otras con flotadores cilíndricos de hierro que en un principio estaban cubiertos de cemento, pero actualmente de fibra de vidrio y las bateas con flotadores en forma de tubos horizontales donde los cuatro o seis flotadores son tubos de poliéster que van de costado a costado.
Todas las modificaciones que se le hacen a las bateas son para saldar problemas con la flotabilidad, la corrosión y el peso. Se jugó con los materiales para saber cuál daba mejor consistencia y flexibilidad, ya que, cuando hay temporales las cuerdas dan “latigazos” con su consecuente pérdida de producción.
Los materiales más utilizados son el eucalipto, para hacer el emparrillado y hierro para los flotadores que suelen ser cubiertos por fibra de vidrio. Se intentó hacer un emparrillado de hierro, pero la batea resultó ser demasiado rígida. El polietileno es otro de los materiales utilizados, que, a pesar de que son más duraderos, tienen poco éxito debido a su precio y su rigidez.
Otras estructuras complementarias que se utilizaban en el pasado eran la arboladura utilizada en las bateas de cascos viejos y las de un solo flotador si era necesario para sostener el emparrillado. La caseta, construida en la cubierta, necesaria para los trabajos que se hacían a bordo. En la actualidad, todos los trabajos se realizan desde el barco auxiliar mejillonero y la caseta no es necesaria.
Desde la Edad del Bronce los pobladores aprovechaban la bajamar para recolectar mejillones, lapas y otros moluscos que encontraban en las rocas costeras. Los romanos fueron los primeros cultivadores, recolectándolos del medio y transportándolos a criaderos artificiales. Apicio, gastrónomo romano del siglo I d.C preparaba una receta que consistía en la elaboración de una salsa con garum, puerro picado, cominos, vino de pasas, ajedrea, vino y agua, en la que se introducían los mejillones para su cocción.
El cultivo de mejillón, tal y como se conoce hoy en día, no llegó hasta las primeras décadas del siglo XX. En Galicia se intentaba cultivar el mejillón en cercados o estacas, pero los orígenes de la miticultura se localizan en la Cataluña de 1901. Los catalanes iniciaron el cultivo del mejillón sobre viveros flotantes en Tarragona y posteriormente en Barcelona. El sistema se extendió a otros puertos del litoral mediterráneo y en los años 20 existían en torno 156 bateas. La producción de esta década llegó a alcanzar las 2.700 toneladas anuales. Este sistema presentaba dificultades para abastecerse de semilla y, a causa de las ampliaciones de las instalaciones portuarias los mejilloneros tuvieron que colocar sus estructuras en otros enclaves disminuyendo la productividad.
Mientras tanto en Galicia, las primeras experiencias con el mejillón comenzaron en 1940 en la ría de Arousa, dentro del puerto de Vilagarcía, por iniciativa del D. Alfonso Ozores Saavedra que llevaba tiempo intentando criar mejillones sobre estacas y decide cambiar de método y pasar a un cultivo suspendido.
Un año más tarde, Molins, con el asesoramiento de Oliver, biólogo del instituto Español de Oceanografía (IEO), fondea las primeras bateas en la ría de Vigo con excepcionales resultados, idéntico desarrollo en ocho meses que en Barcelona en dos años.
En 1945 se fondean en la Ría de Arousa las primeras bateas, con un único flotador en forma de cubo de madera de donde se cuelgan las cuerdas de esparto crudo.
A partir de esta fecha la miticultura en Galicia tuvo un desarrollo vertiginoso y el cultivo se extiende a Cambados, O Grove, Bueu, Redondela y Pobra do Caramiñal.
En 1956 se instalaron 400 bateas y se pasó a 2537 en 1967. Diez años más tarde se alcanza una densidad de 3100-3300 bateas y la producción pasó de 51.000-61.500 Tm en 1959-60 a 173500-192.000 Tm en 1975-76, lo, lo que convirtió a España en el primer productor mundial del mejillón.
La cosecha de mejillón en España en los últimos lustros se mantiene entre 170.000 y 240.000toneladas. La producción es estable y las diferencias interanuales vienen dadas por los episodios de mareas rojas que impiden la recolección regular del molusco. La cosecha de mejillón en España en 2018 se estima en 273.600 toneladas, que es una cifra record en la historia de la producción de esta especie, y un valor total en primera venta de 133,2 millones de euros.
Cinco son las comunidades autónomas españolas en las que se cultiva mejillón, Cataluña, en Andalucía, en la Comunidad Valenciana y en Baleares, pero la producción gallega representa el 97 % del mejillón total nacional. La acuicultura española destaca como referencia a nivel europeo y mundial por la cantidad y calidad de su crianza de moluscos.
El mejillón es un molusco bivalvo que vive en grandes zonas de roca a las que se pega mediante unas partes de su pie. Se encuentran a poca profundidad en zona de mareas, por ello, se utilizan las bateas o mejilloneras para su recolecta. Se trata de estructuras colocadas ordenadamente en las rías, en este caso, en la Ría de Arousa donde, gracias a sus plataformas de madera, cuelgan unas cuerdas gruesas llamadas “maromas”. Es en ellas donde se cultivan estos bivalvos de renombre dentro de la gastronomía gallega.
El ayuntamiento de Vilanova de Arousa, situado en la provincia de Pontevedra, en la Comarca de O Salnés, es un lugar con antigüedad y, por ello, con historia. Este municipio siempre ha destacado como puerto pesquero, pues, ya en el siglo XVI abastecía de pescado a toda Castilla. Además, con la llegada de los catalanes, se crearon fábricas de salazón y conserva. A día de hoy, la actividad pesquera y marisquera es una de las más importantes para el municipio.
ES_ Ría de Arousa
Puerto / Fondeo / PlayaPuerto Deportivo Marina Vilanova de Arousa
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Vilanova de Arousa
(Pontevedra)
España
Marítimo
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